El estrés, el burn out y nuestros malos hábitos

El cuerpo muchas veces quiere hablarnos, quiere contarnos que algo le pasa. Y en ciertas ocasiones, hay malestares físicos que pueden tener que ver con el estrés laboral o con el fenómeno del burn out.

Fatiga, dolores de cabeza, molestias en el estómago… Esos malestares que quizá no vienen de una razón médica certera tienen sus raíces más profundas: ¿qué nos pasa que no podemos soportar la carga diaria de nuestros trabajos?

Esas señales de alerta son fundamentales para preguntarnos internamente y tratar de frenar a tiempo antes de que este estrés se siga acumulando.

El burn out, estrés laboral

El burn out es un fenómeno relacionado principalmente al ámbito laboral, y que en en épocas del año con más exigencia (como cierres o picos) toma más fuerza que nunca: es esa sensación de “estar quemados” con nuestra rutina y las exigencias de nuestro trabajo.

Las presiones de los cierres de año y los balances de los objetivos cumplidos (o no) durante ciertos períodos pueden hacer que esta situación se intensifique. Y, más allá de las presiones lógicas de un ámbito laboral, esto puede tornarse complicado para sobrellevar: es allí cuando debemos identificar qué es lo que realmente nos molesta y hace que nos cueste soportar el día a día.

Tips para combatir el estrés

Te dejamos algunas herramientas para tratar de aliviar el estrés:

  1. Toma conciencia de lo que te está ocurriendo: intenta entender e interpretar lo que está pasando dentro de ti. Es fundamental que le des la verdadera importancia que tiene esta necesidad de arreglar estos sentimientos que te perjudican en tu vida diaria.
  2. Identifica patrones o momentos que te despierten estas situaciones de estrés: eventos en la oficina, discusiones con compañeros, presiones por algún tema en específico. Cada vez que el estrés se haga presente, trata de identificar ese momento previo.
  3. En caso de que te sea más complicado hallar respuestas internamente y con esta introspección, puedes consultar un profesional: la terapia es una gran ayuda para buscar las raíces de nuestro estrés y comenzar a combatirlo.
Hábitos, insomnio y psicofármacos.

Nuestros hábitos, el insomnio y los psicofármacos

Nuestros hábitos de sueño, el insomnio y los psicofármacos

¿Sabías que un tercio de los adultos reportan problemas para dormir? Los desórdenes en el sueño pueden traernos problemas: cansancio, irratibilidad y falta de foco son los más comunes, pero esto puede profundizarse hasta coexistir con problemas de depresión y ansiedad.

Para trabajar en una mejor calidad de vida, las horas de descanso son importantes. El sueño, aunque a veces lo subestimemos, es una parte fundamental de ella. Y es uno de los hábitos y de las rutinas que se deben tener en cuenta en nuestra planificación diaria.

Identificar nuestros malos hábitos

En el caso de los problemas del sueño y de su caso más extremo, el insomnio – la dificultad para dormirse o mantenerse dormido-, se trata de una situación que nos está alertando sobre algo adentro nuestro que no nos deja tomarnos ese momento de descanso y de desconexión con el resto de la rutina: entre el 40 y el 50% de las personas que sufren de insomnio padecen también de otro trastorno mental.

Además de la terapia, donde el paciente puede tratar sus traumas como causas del insomnio, también se puede recurrir a la psiquiatría y a determinados psicofármacos, una vía muy útil para mejorar el sueño.

El concepto de “Higiene del sueño”, tratado y estudiado por el equipo de Mind Body Collective, es una forma de trabajar específicamente sobre los problemas del insomnio, que permite actuar rápidamente sobre los pacientes con esta afección que impacta negativamente en sus rutinas. Recuperar la calidad del sueño es recuperar calidad de vida.

Los psicofármacos para el insomnio

Una combinación recetada de medicamentos, usados por períodos cortos y bajo el seguimiento de un especialista, pueden ayudar a aliviar este desorden. Pero para decidir optar por esta vía, además de contar con el apoyo de un profesional especializado, también debemos dejar de lado nuestros perjuicios.

Los medicamentos recetados por un psiquiatra no son muy diferentes a aquellos prescriptos para tratar la presión arterial, la diabetes u otros problemas que necesitan de cierto seguimiento. En caso de trastornos mentales que estén afectando la vida cotidiana de sus pacientes, los psiquiatras suelen recurrir a ellos: los psicofármacos pueden lograr beneficios en aspectos químicos dentro del cerebro.

Una vez comenzado el tratamiento, se precisa un seguimiento periódico por parte del psiquiatra para evaluar los efectos sobre el paciente. Los psicofármacos, con el cuidado correspondiente, deben dejar de ser tabú. Nuestra salud mental, con mayor descanso y sueño de calidad, nos lo agraecerá.