El modelo terapéutico de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares o EMDR  (Eye Movement Desensitization and Reprocessing), es una psicoterapia que ayuda a las personas a recuperarse de un trauma o de diferentes experiencias angustiantes.

Basado en una sólida evidencia científica tras varios años de investigación, el enfoque del EMDR se centra en procesar la experiencia traumática que ha llevado a la persona al desarrollo de la patología o del trastorno. Con la guía del terapeuta, el paciente irá recordando la escena o escenas traumáticas y, a su vez, el terapeuta irá efectuando la estimulación bilateral al paciente. Este proceso estimulará el sistema de procesamiento adaptativo de la información del paciente.

La terapia EMDR, avalada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la APA (American Psychological Association) -entre otras asociaciones de prestigio-, en lugar de poner el foco en modificar las emociones, pensamientos o comportamientos que son producto del episodio traumático vivido, lo que hace es permitirle al cerebro reanudar su proceso de curación natural.

De esta forma, muchas son las experiencias o trastornos que pueden tratarse con EMDR (ya sea en niños o adultos): ansiedad, ataques de pánico, fobias, depresión, bipolaridad, duelos, desorden de personalidad, trastorno de estrés postraumático, problemas de alimentación, alteración del sueño, adicciones, violencia o abusos, entre otros.